martes, 4 de septiembre de 2018

Segunda edición del LIBRO DE LOS ARROCES El arroz en mi memoria, 123 recetas de arroz

La primera edición del libro El arroz en mi memoria, El Libro de los Arroces,
con 111 recetas de arroz, se agotó en tres semanas.
A continuación presento la segunda edición:
Cuenta con algunas recetas nuevas y un cambio de aspecto.
El resto del libro, no ha cambiado en su contenido.





miércoles, 7 de diciembre de 2016

Publicación del libro de los arroces "El arroz en mi memoria"



Ya está publicado y a la venta el libro:

“El arroz en mi memoria” El libro de los arroces, 111 recetas de arroz.

El libro consta de una presentación, seguida de un desarrollo de recomendaciones, técnicas y tratamientos; utilizando distintas variedades de arroz apropiados para estos guisos.

Contiene una serie de elaboraciones de caldos, fumets, salsas y vinagretas previas necesarias para cocinar las 111 recetas de distintos arroces.

Estos arroces están clasificados en ensaladas, arroces cocinados con caza, con distintas carnes, pescados, mariscos, verduras, legumbres, setas, algunos arroces al horno y varios postres a base de arroz.

Una completa y divertida red de platos, modalidades, técnicas, ingredientes y variedades de arroz.
Consta de 320 páginas con fotos a color de todas las recetas.

Ha sido todo un reto personal, y un placer que ha durado más de dos años.

Para adquirir el libro, enviar correo a:


O a la Editorial:











domingo, 7 de agosto de 2016

Arroz con pulpo y verduras









Hemos acompañado este arroz con un vino blanco albariño procedente de la DO Rías Baixas.

Como entrante he preparado un salpicón de pulpo y sepia macerado con vinagreta de cítricos y mostaza en grano.






domingo, 9 de marzo de 2014

Paella de verduras

Paella de verduras.
Se puede reforzar con caldo de ave.
Cocinado
SECO
MELOSO
CALDOSO
si







Este es otro de esos guisos que pueden ubicarse prácticamente en toda la geografía, especialmente en las riveras y costas de nuestro país. Es un arroz que tiene ingredientes cambiantes según la época del año y la zona donde se cocina.

El plato como tal, tiene un nombre que no acompaña, está sometido a los prejuicios de un nombre vinculado a un rechazo bastante genérico, el público en general, no le encuentra atractivo, solamente tiene cierto interés por parte de los comensales que buscan novedades y vegetarianos o poco adictos a carnes o pescados. Un error, es un plato complejo y sabroso.
Es un guiso bien equilibrado en cuanto a cumplir con las reglas de la dieta mediterránea, tiene un buen aporte de proteínas vegetales, hidratos de carbono, fibra, vitaminas y minerales más que suficientes, a lo que hay que sumar la aportación de las grasas necesarias que provienen del aceite de oliva, lo que hace un buen número de calorías por ración.

Para los vegetarianos que no utilicen caldo de refuerzo, el arroz queda a un nivel mucho más que aceptable, además con el tiempo de cocción del arroz, las verduras tienen tiempo suficiente para dejarlas en su punto.

En ningún momento voy a tratar de hacer una receta tipo receta farmacéutica, eso os lo dejo a vuestra elección. Como siempre os transmito mis recomendaciones para que el plato en sí esté bien equilibrado. Es necesario que no nos excedamos en la selección de los componentes, especialmente con alguno que nos pueda anular la sencillez del resto, por tanto no abusar de tubérculos, de aromáticas o de cualquier variedad de coliflor.
En este caso además lo vamos a reforzar con caldo de ave cocinado con unas carcasas de pollo y un cuarto de gallina al que aromatizaremos con unas hiervas provenzales o un poco de pebrella (Thymus piperella), consiguiendo como resultado final un recuerdo profundo de huerta y montaña.

Para la elaboración del caldo os remito al apartado de Caldos y consomés.

En esta ocasión, dentro del grupo de amigos de fin de semana, tenemos a una chica difícil de satisfacer en cuanto a gustos culinarios, pues en los grupos, las mayorías dictaminan, nuestro grupo gastronómico es mas bien de comidas consistentes y carnes, ella es de tendencias vegetarianas, poco adicta a carnes y pescados, o mejor dicho y sin rodeos, una malcomiente. Pues bien, en este caso de la paella de verduras, a Espe la de Sansón, le hemos dado en el punto G del paladar, y después de oír esta frase, con sonrisa de oreja a oreja y mirándonos a todos nos ha dicho: una exquisitez.

Bueno, vamos a fogones que es lo nuestro.


En primer lugar preparamos el caldo de ave, sencillamente ponemos a cocer unas carcasas de pollo y un cuarto de gallina que previamente hemos asado en el horno durante 20 minutos. Lo ponemos a cocer en agua fría sin verduras, pero con una cucharadita de pebrella, lo mantenemos durante una hora a fuego lento, desespumando y desengrasando, lo colamos y reservamos para aportar al arroz ese sabor característico del caldo de ave aromatizado con la pebrella.


A continuación vamos preparando el fuego de modo que nos queden buenas ascuas y algún leño fino para poder regular el nivel de fuego durante el cocinado.


Entre tanto vamos organizando las verduras; desgranamos las legumbres, troceamos las verduras a pedazos máximo de tamaño cuchara y dejamos todas ellas sin blanquear, para que el proceso de oxidación haga su efecto y nos deje el caldo, y por tanto el arroz de color verde grisáceo, como se suele decir, ha quedado el arroz negro. No vamos a utilizar azafrán, pues para poder aromatizar en esa dirección precisaremos de gran cantidad y en este caso no quiero que nos trasmita un recuerdo floral.

Para una paella de seis comensales nos hará falta.
Doce puñados grandes de arroz Senia Bahía (el redondo de siempre).
Dos puñados de garrofón fresco.
Dos puñados de tabella tierna desgranada.
Dos puñados de habas tiernas.
Una docena de judías verdes planas.
Una docena de judías redondas Bobby.
Una docena de tirabeque.
Seis alcachofas.
Un ramo de brócoli.
Una cebolla de hinojo, solo la parte tierna interior, cortada en seis gajos.
Un cuarto de pimiento rojo.
Una docena de pimientos de Padrón.
Una zanahoria.
Un manojo de ajetes tiernos.
Un manojo de espárragos trigueros.
Dos tomates bien maduros rallados.
La carne de dos ñoras.
Aceite de oliva, un poco de colorante para paellas y sal. 


Bien, sigamos con los fogones que es a lo que veníamos.

Con la paella a fuego lento y con la sal que creamos necesaria en el fondo de la paella para que se caliente y se deshidrate, pues la sal seca va a absorber líquidos y ayudará a que salpique menos el aceite durante el sofrito, ponemos el aceite y lo dejamos calentar, sofreímos primeramente los ajetes tiernos hasta casi dorar y que desprendan su olor tan característico, reservamos las habas tiernas y el tirabeque, ya que son más frágiles y se romperán fácilmente, a continuación añadimos el resto de las verduras y movemos para mezclar con los ajetes, dejamos dorar y apartamos toda la verdura al exterior de la paella, dejando en el interior sitio para agregar el tomate rallado hasta casi freír, momento en que añadimos la carne de ñora, continuamos friendo y agregamos las habas y el tirabeque, le dejamos sofreír ligeramente y mezclamos toda la verdura con el tomate y ñora hasta homogeneizar.



Con todas las verduras ya fritas, agregamos ese caldo de ave que hemos preparado previamente, esperamos que el caldo rompa a hervir, mantenemos cinco minutos y ponemos el arroz, lo mezclamos y repartimos la verdura para que quede distribuida lo más uniforme posible y dejamos cocer a fuego fuerte durante 8 o 10 minutos, reducimos el fuego hasta que la paella quede suficientemente seca y podamos obtener el clásico socarrat.

Dejamos reposar unos minutos y como dice Espe, sencillamente exquisita.
Un plato que sorprende y se repite. Os quedará en el recuerdo.